El flamenco no tiene dueño

Parece que el término flamenco, proviene del argot de la época de finales del siglo XVIII y principios del siglo XIX en el que significaba “farruco”, “pretencioso”, “fanfarrón”, y todavía hoy se utiliza con este significado con frecuencia.
A principios del siglo XIX sólo los gitanos cantaban por seguiriya, solea y cañas en el seno de sus familias en sus casas. Los payos andaluces empezaron a escuchar y enterarse del flamenco a partir de 1850 por lo menos.
Hoy día nadie cuestiona el origen gitano del primitivo cante flamenco y más concretamente de los gitanos de la provincia de Sevilla y Cádiz. No obstante, habría que añadir el hecho de que los gitanos andaluces crearan el flamenco se debe gracias a que se forjó con los metales andaluces. Es decir, los gitanos lo crearon pero gracias a las condiciones que se crearon en Andalucía sin las cuales no podrían hacerlo. Esto es lo que hace que gitanos de otras zonas no cantaran nada parecido a lo que hacían los gitanos andaluces.
Hay que reconocer que los gitanos tienen el compás adquirido como el que respira pero no es exclusivo de ellos: el compás de Chano Lobato, Fosforito o Pepe de Lucía no es menos admirable que el de cualquier cantaor gitano. Y hay algo más: en el mundo de la afición flamenca hablamos del eco gitano: es una propiedad de la emisión de la voz, o un conjunto de propiedades, particularmente doloridas y desgarradoras. Es cierto que ese eco es más habitual en los gitanos (aunque también hay no gitanos con un eco flamenco desgarrador).
Hoy día el flamenco no tiene dueño, los cantaores son indistintamente payos y gitanos y de toda la geografía de España e incluso internacionales. Ya no existen los “palos flamencos gitanos” como la soleá o las tonás y “los palos flamencos no gitanos” como la granaina o los fandangos. Los profesionales cantan indistintamente todo el repertorio flamenco sin distinción alguna y no por el hecho de ser gitano o payo cantan mejor o peor determinados cantes.
Hay que desterrar de una vez por todas el mito de que para cantar bien flamenco, hay que ser gitano. La historia del flamenco desmiente esta afirmación. Han existido grandes cantaores no gitanos a lo largo de la historia como el gran Silverio Franconetti, Pepe Marchena o Juanito Valderrama, así como grandes guitarristas como Sabicas (de origen navarro) o como no, el considerado mejor guitarrista flamenco de todos los tiempos, Paco de Lucía.
El flamenco ha sido declarado patrimonio artístico de la humanidad y no es propiedad de nadie, existen artistas flamencos de distintas razas, nacionalidades o idiomas. El mundo entero disfruta del arte flamenco. Valga como ejemplo, Miguel Poveda (nacido en Barcelona) o Arcángel (nacido en Huelva), ninguno de ellos gitanos y actualmente considerados emblemas del flamenco actual.